🏠💸 El sueño de la casa propia a veces tiene obstáculos. Uno de ellos es cuando el banco rechaza el crédito hipotecario. En esos momentos, la promesa de compraventa que se firmó se convierte en una pesadilla, muchas veces acompañada de multas y la pérdida del pie entregado.
Un reportaje de La Tercera expuso la situación de familias que, tras el alza de las tasas de interés y el endurecimiento de las políticas de crédito, no logran conseguir el financiamiento necesario para completar la compra de su casa.
En 2021 había mucha liquidez por los retiros y bajas tasas de interés. Muchos se embarcaron a comprar propiedades en verde, con pre-aprobaciones en mano. Las condiciones cambiaron y al momento de pedir el crédito, simplemente no cumplían con las condiciones.
Estos cambios golpean fuerte a quienes firmaron promesas de compraventa en un contexto distinto, y que ahora se enfrentan a la posibilidad de perder todo o parte de lo que habían entregado como reserva o pie (lo que se suma a detener el proyecto de la casa propia).
A ojos del SERNAC, esto sería una práctica abusiva.
Por su parte, las inmobiliarias defienden la aplicación de multas por desistimiento, argumentando que deben cubrir costos operacionales y protegerse de pérdidas cuando una venta no se concreta. Pero, ¿no sería razonable mostrar más flexibilidad ante casos donde el comprador simplemente no logra el financiamiento?
A fin de cuentas, si la unidad puede ser revendida a otro comprador, la situación podría resolverse de manera menos perjudicial para quienes soñaban con un hogar para su familia.